palabras mas o menos

Matalaché: Análisis sociológico

Nombre de la obra: Matalaché
Autor: Enrique López Albújar
Editorial: PEISA, 2005 decimoctava edición
Año de publicación: 1928, primera edición
Lugar de publicación: Lima, Perú

Reseña biográfica del autor:

Enrique López Albújar nace en Piura en el año de 1872, fue un gran poeta escritor peruano. Estudió en el Colegio Nacional de Guadalupe; cultivó diferentes estilos en la narrativa y es sobre todo conocido como uno de los creadores del indigenismo. Estudió en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y se graduó como abogado en 1899. Hubo confusión respecto de la localidad de origen y un tiempo se pensó que nació en Chiclayo pues su esposa era la dama chiclayana Lucila Trint pero posteriormente se ha aclarado que nació en Piura conforme consta en su partida de bautismo, en su file de la Universidad Mayor de San Marcos y en su acta de matrimonio civil en la Municipalidad Distrital de La Huaca de la provincia de Paita, despejando toda duda. Fue en Piura donde creció y se educó. Después de una activa labor en el periodismo, se dedicó a la magistratura, desempeñándose como juez en distintas regiones del Perú. Su contribución principal lo vincula al indigenismo. Incorpora las formas del Cuento Moderno para dar cuenta del mundo andino, del indio de carne y hueso, con sus creencias y formas de violencia. Se le considera como el primer narrador en construir una imagen verosímil del indio peruano. Muere en Lima en 1966.

La obra que se analizará a continuación se desarrolla íntegramente en Piura, donde el autor nació, creció y se educó; en Matalaché, el autor dedica un capitulo a narrarnos cómo es el sol piurano: “en Piura el sol tenia que atraer forzosamente sus miradas y hacerla pensar en él y sentirlo dentro de sí, porque el sol piurano penetra hasta en las cuencas de los ciegos. Es una obsesión. En la mañana canta y se eleva como un himno triunfal; al mediodía cae como plomo sobre los seres y se prende de ellos en un abrazo lujuriante y enervador, y en la tardes, se retira con la pompa y la majestuosidad de un rey bajo un palio de celajes esplendentes, dejando tras de sí, mucho después de haberse ocultado, un halón de polvo de oro”. Toda esta descripción que el autor realiza no hace otra cosa que demostrarnos el amor que éste siente por su “patria chica”, el recuerdo bonito que le viene a la mente durante su estadía en diferentes regiones del país y es lo que ocurre a muchos de nosotros cuando visitamos otras ciudades, indudablemente nos quedamos admirados con todo lo nuevo que nos tocase vivir, pero al cabo de un tiempo sale a flote esta nostalgia y añoramos la ciudad natal.

Al autor desempeña la labor de magistrado en muchas ciudades del país, entonces es cuando se da cuenta de los problemas e injusticias sociales principalmente en contra del indio y de las personas de más bajos recursos económicos; nada ha cambiado, en la actualidad seguimos enterándonos a través de los noticieros que las familias mas humildes no consiguen justicia en los litigios que puedan tener por el simple hecho de no tener dinero para pagar un abogado y todos los gastos documentarios que implica o para “agilizar” los trámites burocráticos que no es otra cosa que pagar coimas o favores a tanto corrupto que hay no solamente en el poder judicial sino también en los otros poderes del Estado y éste poco hace por frenar esta situación. Y es que en el Perú siempre ha habido esta desigualdad social desde que es Perú, es decir desde la colonia; el maltrato a las personas que no son iguales a uno y que consideramos inferiores; ésta es la denuncia que hace el autor en la novela.

LA CÁLIDA PIURA

LA FIESTA DEL CORPUS CHRISTI

Argumento de la novela:

La Tina era “una caserón de adobe, ladrillo y paja levantado a sotavento de la ciudad (…) nada de ostentación ni estilo arquitectónico (…) no parecía una casa hecha para habitar, sino para el trabajo. Los que la construyeron no tuvieron en cuenta, seguramente, el esparcimiento y la comodidad, sino la necesidad de la industria que en ella se iba a establecer”, a esta hacienda dedicada a la elaboración de jabón, cuero y pieles, cuyo dueño era don Juan Francisco de los Ríos de Zúñiga, fue a parar José Manuel Sojo conocido por todos como “Matalaché”, este era un esclavo mulato veintiocheno diferente a todos los de su raza, sabia leer, escribir, llevaba la administración con su anterior amo, tenia "dignidad y orgullo" y era el capataz en La Tina. Los señores de las demás haciendas seguían la costumbre de llevar a sus “mulatillas” a José Manuel en una especie de “yogamiento forzado” para que las embarazara y así la esclavita ya no fuera objeto de tentación hacia sus amos, así llevó Baltazar Rejón de Meneses a Rita, su esclava, y el dueño de casa pensó que esto debía acabar.

No mucho tiempo después llega María Luz, una hermosa joven veinteañera hija de don Juan Francisco, que desde el primer instante se queda impresionada al ver a José Manuel, del que quedará enamorada después de un paseo por la fábrica guiada por aquél, en la cual ella se dará cuenta del sucio, desagradable, pesado y triste trabajo que realizan los esclavos en la hacienda. La doncella no puede evitar tener fantasías y sueños en las que José Manuel la posee y ella se entrega a él sin objeciones. Matalaché además, es un artista, toca la guitarra y canta y con las manos, habilísimo; hace el frontal del oratorio de la casa y le confecciona unos zapatos hermosos a María Luz.

En un desayuno luego de la misa de reestreno del oratorio, don Miguel Jerónimo Seminario y Jaime hace una apuesta con don Juan Francisco para ver cual de sus respectivos esclavos, Nicanor o José Manuel, “toca la guitarra más diestramente y lo hace mejor cantando y repentizando”, y el que perdiera pasaría a ser posesión del dueño del esclavo vencedor. María luz, “frente al peligro que la amenazaba, porque para ella peligro era todo lo que pudiera atentar contra su corazón” no pudo resistirse más y en un encuentro planificado por ella y la nodriza de ésta, se entregó en “cuerpo y alma” a José Manuel. Al evento que se realiza a cabo el día del Corpus Christi asisten todas los ilustres y señorones de la ciudad, muchos de ellos solteros que no perderán el tiempo y comenzarán a galantear a las señoritas presentes entre ellas María Luz. Los contendores se enfrentan y después de tres horas de duelo guitarresco el jurado da por ganador a José Manuel, y Nicanor, cumpliendo una apuesta personal, se corta la mano derecha.

Tiempo después de estos eventos María luz parece enferma pero no, estaba embarazada y lo que ella pedía a la curandera y la nodriza era que la dejasen morir, su padre logró enterarse de la situación cuando interrogó a la curandera y apenas pudo creerlo, su hija esperaba un hijo de José Manuel, preso de la ira, no se contuvo y dejando atrás algunas expresiones y sentimientos en torno a la dignidad, libertad e igualdad de las personas, y queriendo con eso limpiar su honor, asesinó a José Manuel arrojándolo a una tina de jabón hirviendo.

EL PRIMER CAPITULO DE UNA MINISERIE BASADA EN LA NOVELA "MATALACHÉ", NO SIGUE AL PIE DE LA LETRA EL ARGUMENTO DE LA NOVELA